Compartir Navegación de entradas AnteriorMarcos 1, 21-28 : Lo que hace diferente a JesúsSiguienteAcuérdate de que eres polvo (Génesis 3,19) Deja un comentarioCancelarTu dirección email no será publicada. Los campos requeridos están marcados * Guarda mi nombre, correo electrónico y web en este navegador para la próxima vez que comente. El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página. Entradas relacionadasRead moreSeamos testigos de Jesús a través de ...Read moreEn tus manos SeñorRead moreAsí se vivió el gran encuentro de las...Read moreEn tus manos Señor