Dios es grande y misericordioso, Él quiere para nosotros sus hijos siempre lo mejor, colmarnos de bendiciones y darnos una vida bienaventurada, es por eso que nos ha dejado sus enseñanzas a través de su Palabra, plasmada en los textos bíblicos que nosotros, como hermanos, compartimos. El Señor es tan grande que ha enviado a su Hijo a salvarnos, ha sacrificado a nuestro hermano Jesús, por nuestra redención, pero Él no vino sólo a morir, su vida dejó en nosotros miles de enseñanzas y un ejemplo total de vida, que debemos seguir para vivir una vida dichosa en Dios.
De todas esas enseñanzas que nuestro gran y buen pastor ha dejado, hoy cabe resaltar una importante, la del poder de la Palabra y lo que implica aceptarla en nuestras vidas, porque no basta sólo con leer la biblia y rezar todo el día, es necesario que interioricemos la Palabra del Señor y la llevemos con nosotros, en nuestro pensar, actuar y vivir, para que así seamos dignos de alcanzar la bienaventuranza de compartir la vida eterna con nuestro Padre Celestial.
No debemos caer tampoco en el error de juzgar a aquellos que no están en las sendas de Dios, porque el Señor será quien los juzgue cuando les llegue el momento, debemos procurar multiplicar su Palabra, llevarla a nuestros familiares, vecinos y amigos, aprovechar este tiempo de cuarentena y enviar el mensaje de Dios a nuestros conocidos por medio de textos, así como podemos hacerlo con ´memes´ e imágenes cotidianamente, porque quien escuche y lea la Palabra, no estará escuchando o leyendo a una persona, sino al mismo Dios hecho enseñanza, que ha venido a traernos el gozo de la vida eterna.
Jesús nos ha traído este mensaje por medio del santo evangelio según San Juan (12,44-50) en donde Él mismo nos ha dicho que no vino al mundo a juzgarnos, sino a enseñarnos, porque quienes creemos en Cristo, realmente creemos en el padre del cielo, quienes participamos de una eucaristía, estamos escuchando realmente la Palabra de Dios y quienes nos acercamos a los versículos y enseñanzas por medio de los dispositivos tecnológicos, estamos acercándonos realmente a Él y no a un simple objeto; todos somos medios del gran mensajero que nos ama y cuida a todos por igual.