Mi amigo el “protestante”
Nos conocimos cuando teníamos más o menos nueve años. En ese momento su familia compartía la misma fe que yo. Logramos hacernos buenos amigos, casi hermanos de vida. Era mi compañero de juego, junto a él liderábamos el grupo de la cuadra. Nos parecíamos mucho: su oralidad era impecable, igual a la mía; sus notas…
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